Marzo campestre* * Por Francisco Matías Schaer
“Si se hacen los salames, se hacen los salames todos” sostuvo días atrás el Juez de Garantías platense César Melazo con respecto al tema del narcotráfico. La Nación optó por titular de un modo que muchos argentinos podrían haber dado su firma: “Critican a políticos por “hacerse los salames”.
Mientras que hablamos de salames y salamines, la primera semana de marzo pasó con algunas buenas noticias para el gobierno: “Cerraron una causa contra Moreno”, “Absolvieron a De Vido por enriquecimiento ilícito”.Será verdad entonces lo que algunos anticipan, que quieren irse, todavía un interrogante.
Ahora bien, es mejor dejar de lado por un instante los condimentos productos de la opinión, y abocarnos al tratamiento de dos temas que hoy siguen siendo noticia: “El conflicto con el campo” y “La nueva Ley de Radiodifusión”. A través del análisis del discurso, se han podido esbozar, siempre de modo preliminar, algunas de las operaciones discursivas en Clarín que permiten un marcado posicionamiento en ambos temas.
Citas, comillas y comas.
El miércoles 25 de febrero Clarín tituló en su tapa “Cautela y tregua del campo tras las medidas oficiales”. “El campo consideró “pobres” los anuncios, pero hay tregua” se titulaba en la primera página impar.
El posicionamiento del medio, en el transcurso de una negociación que se recuperaba, se muestra transparente en la apropiación de conceptos referidos; en un discurso indirecto libre, en una cita encubierta. Clarín modera el impacto de la toma del banco; reforzando una postura de diálogo por parte del sector agropecuario.
“De Angeli levantó la toma del banco, “dispuesto a escuchar”. La nota se iniciaba con una cita del dirigente: “No queremos volver a las rutas”, utilizando la cita en un primer lugar. Además, se borraba el límite de las citas: “Lo hicieron como un gesto para no entorpecer el diálogo de la Mesa en Buenos Aires, informaron los productores.”
Ahora bien, aquí aparece una operación central desde lo discursivo: el uso de las comas en titulares permiten en Clarín articular un mundo transparente, y un mundo "verdadero". Esta utilización sólo se produce en la sección política. Veamos:
“Reutemann espera que haya acuerdo, aunque es escéptico.”
“Cobos, en la Fiesta del Trigo: pidió diálogo y conciliación con el campo” (Páginas enfrentadas).
“Se ampliaría el plan oficial para los autos, que no termina de arrancar.”
“El Gobierno anuncia la suba a jubilados, que rondará el 12%.” (Páginas enfrentada).
“Cristina visita hoy Catamarca, a dos semanas de las elecciones.”
Como se observa, la utilización de comas permite la articulación de un “comentario” al interior al mismo titular. En el primer ejemplo, se busca potenciar un diálogo entre las fuerzas de oposición (Reutemann aquí; Cobos, en la Fiesta del Trigo).
El “malhumor” y la “bronca”
Clarín en algunos pasajes, recompone una imagen heroica por parte de los productores:
“Sobre el final de la tarde, después de haber aguantado a pie firme los latigazos de un sol radiante, los productores analizaron la situación en asamblea.”
El 23 de febrero, dos días antes, Clarín titulaba en página 3 “El paro del campo se sintió en Liniers y apuran la negociación”. Los corrales “prácticamente vacíos” aparecen en el matutino como una muestra del “malhumor reinante.” Para los productores, hablar de las retenciones será “inevitable”.
Infografías
La utilización de las infografías en estas semanas en análisis refuerzan en todo momento los dichos del sector agropecuario. Principalmente, se centran en el impacto del paro y en las propuestas del agro (esquema de retenciones). Ilustran también las caídas por tipo de producción y caídas en la recaudación. También se muestra el impacto de la sequía.
La confrontación y el discurso oficial
El 22 de Marzo Clarín titula en tapa: “Cristina cruzó al campo y hoy vuelven los actos en las rutas.”
La confrontación se destaca en distintas columnas, recargándose la tensión entre el “gobierno” y el “campo”.
“Cristina cargó fuerte contra los productores” se titula, se utiliza negrita reforzando este aspecto (“Cristina Kirchner criticó ayer al campo por cuarta vez en la última semana, a una hora y media de la reunión entre la Comisión de Enlace y el Gobierno”.).
Ahora bien, así como el uso de citas privilegiaba el lugar del “sector agropecuario” en sus atributos negociadores, por parte del gobierno ocurre lo contrario.
La interpretación del discurso oficial repone aspectos que potencian la confrontación. Veamos un ejemplo:
“Si bien aclaró que su intención no era “pelear”, sí confrontó y pidió “abandonar ese tironeo que finalmente es estéril y que termina perjudicando a toda la economía”.
Otra de las operaciones se centra en la utilización del lenguaje bélico. “Blanco de los dardos”, “la discordia”, “la distención”, “volvieron a mostrarse los dientes”. Es fundamental la tematización de “la bronca” del sector agropecuario. Veamos otra operación con respecto a la palabra presidencial:
“Cristina Kirchner presentó ayer un anteproyecto de ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que busca, dijo, “que todos los argentinos tengan derecho a la expresión”.
Existe una distancia marcada entre el discurso citado y el sujeto hablante (La Presidenta), en lo que refiere a la palabra presidencial. Estas “distancias” se articulan en el uso de verbos y el discurso indirecto libre, posibilitando una interpretación por parte del medio.
Son éstos algunos bocetos preliminares, que anticipan una “guerra gaucha” del Siglo XXI, ahora mediatizada por los principales medios de comunicación, y porqué no, de los verdaderos ejemplos de la concentración económica en nuestro país.
Sólo resta el deseo democrático, de quiénes expectantes en una anacronía preocupante, nos imbuimos en palabras campestres mientras la conspiración renace en una “economía de mercado”, que latente, comienza a “mostrar los dientes” a su presa más fácil: la institucionalidad argentina.
“Si se hacen los salames, se hacen los salames todos” sostuvo días atrás el Juez de Garantías platense César Melazo con respecto al tema del narcotráfico. La Nación optó por titular de un modo que muchos argentinos podrían haber dado su firma: “Critican a políticos por “hacerse los salames”.
Mientras que hablamos de salames y salamines, la primera semana de marzo pasó con algunas buenas noticias para el gobierno: “Cerraron una causa contra Moreno”, “Absolvieron a De Vido por enriquecimiento ilícito”.Será verdad entonces lo que algunos anticipan, que quieren irse, todavía un interrogante.
Ahora bien, es mejor dejar de lado por un instante los condimentos productos de la opinión, y abocarnos al tratamiento de dos temas que hoy siguen siendo noticia: “El conflicto con el campo” y “La nueva Ley de Radiodifusión”. A través del análisis del discurso, se han podido esbozar, siempre de modo preliminar, algunas de las operaciones discursivas en Clarín que permiten un marcado posicionamiento en ambos temas.
Citas, comillas y comas.
El miércoles 25 de febrero Clarín tituló en su tapa “Cautela y tregua del campo tras las medidas oficiales”. “El campo consideró “pobres” los anuncios, pero hay tregua” se titulaba en la primera página impar.
El posicionamiento del medio, en el transcurso de una negociación que se recuperaba, se muestra transparente en la apropiación de conceptos referidos; en un discurso indirecto libre, en una cita encubierta. Clarín modera el impacto de la toma del banco; reforzando una postura de diálogo por parte del sector agropecuario.
“De Angeli levantó la toma del banco, “dispuesto a escuchar”. La nota se iniciaba con una cita del dirigente: “No queremos volver a las rutas”, utilizando la cita en un primer lugar. Además, se borraba el límite de las citas: “Lo hicieron como un gesto para no entorpecer el diálogo de la Mesa en Buenos Aires, informaron los productores.”
Ahora bien, aquí aparece una operación central desde lo discursivo: el uso de las comas en titulares permiten en Clarín articular un mundo transparente, y un mundo "verdadero". Esta utilización sólo se produce en la sección política. Veamos:
“Reutemann espera que haya acuerdo, aunque es escéptico.”
“Cobos, en la Fiesta del Trigo: pidió diálogo y conciliación con el campo” (Páginas enfrentadas).
“Se ampliaría el plan oficial para los autos, que no termina de arrancar.”
“El Gobierno anuncia la suba a jubilados, que rondará el 12%.” (Páginas enfrentada).
“Cristina visita hoy Catamarca, a dos semanas de las elecciones.”
Como se observa, la utilización de comas permite la articulación de un “comentario” al interior al mismo titular. En el primer ejemplo, se busca potenciar un diálogo entre las fuerzas de oposición (Reutemann aquí; Cobos, en la Fiesta del Trigo).
El “malhumor” y la “bronca”
Clarín en algunos pasajes, recompone una imagen heroica por parte de los productores:
“Sobre el final de la tarde, después de haber aguantado a pie firme los latigazos de un sol radiante, los productores analizaron la situación en asamblea.”
El 23 de febrero, dos días antes, Clarín titulaba en página 3 “El paro del campo se sintió en Liniers y apuran la negociación”. Los corrales “prácticamente vacíos” aparecen en el matutino como una muestra del “malhumor reinante.” Para los productores, hablar de las retenciones será “inevitable”.
Infografías
La utilización de las infografías en estas semanas en análisis refuerzan en todo momento los dichos del sector agropecuario. Principalmente, se centran en el impacto del paro y en las propuestas del agro (esquema de retenciones). Ilustran también las caídas por tipo de producción y caídas en la recaudación. También se muestra el impacto de la sequía.
La confrontación y el discurso oficial
El 22 de Marzo Clarín titula en tapa: “Cristina cruzó al campo y hoy vuelven los actos en las rutas.”
La confrontación se destaca en distintas columnas, recargándose la tensión entre el “gobierno” y el “campo”.
“Cristina cargó fuerte contra los productores” se titula, se utiliza negrita reforzando este aspecto (“Cristina Kirchner criticó ayer al campo por cuarta vez en la última semana, a una hora y media de la reunión entre la Comisión de Enlace y el Gobierno”.).
Ahora bien, así como el uso de citas privilegiaba el lugar del “sector agropecuario” en sus atributos negociadores, por parte del gobierno ocurre lo contrario.
La interpretación del discurso oficial repone aspectos que potencian la confrontación. Veamos un ejemplo:
“Si bien aclaró que su intención no era “pelear”, sí confrontó y pidió “abandonar ese tironeo que finalmente es estéril y que termina perjudicando a toda la economía”.
Otra de las operaciones se centra en la utilización del lenguaje bélico. “Blanco de los dardos”, “la discordia”, “la distención”, “volvieron a mostrarse los dientes”. Es fundamental la tematización de “la bronca” del sector agropecuario. Veamos otra operación con respecto a la palabra presidencial:
“Cristina Kirchner presentó ayer un anteproyecto de ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que busca, dijo, “que todos los argentinos tengan derecho a la expresión”.
Existe una distancia marcada entre el discurso citado y el sujeto hablante (La Presidenta), en lo que refiere a la palabra presidencial. Estas “distancias” se articulan en el uso de verbos y el discurso indirecto libre, posibilitando una interpretación por parte del medio.
Son éstos algunos bocetos preliminares, que anticipan una “guerra gaucha” del Siglo XXI, ahora mediatizada por los principales medios de comunicación, y porqué no, de los verdaderos ejemplos de la concentración económica en nuestro país.
Sólo resta el deseo democrático, de quiénes expectantes en una anacronía preocupante, nos imbuimos en palabras campestres mientras la conspiración renace en una “economía de mercado”, que latente, comienza a “mostrar los dientes” a su presa más fácil: la institucionalidad argentina.
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