(...) "Tres conceptos aparecen perpetuamente en todo punto de toda teoría de la lógica, y en los sistemas más redondos ocurren en conexión una con otra. Son concepciones tan amplias, y por consiguiente, tan indefinidas, que son difíciles de aprehender y pueden pasar fácilmente desapercibidas. Las llamo las concepciones de Primero, Segundo, Tercero. Primero es la concepción de ser o existir independientemente de cualquier otra cosa. Segundo es la concepción de ser relativo a, la concepción de reaccionar con, alguna otra cosa. Tercero es la concepción de mediación, por la que un primero y un segundo se ponen en relación. Para ilustrar estas ideas mostraré cómo entran en aquellas que hemos estado considerando. El origen de las cosas, considerado no como conducente a algo más, sino en sí mismo, contiene la idea de Primero; el fin de las cosas, la de Segundo; y el proceso que media entre ellos, la de Tercero. Una filosofía que enfatiza la idea de Uno es, generalmente, una filosofía dualista, en la que la concepción de Segundo recibe una atención exagerada; pues este Uno (aunque por supuesto implica la idea de Primero) es siempre lo otro de una diversidad que no es una. La idea de lo Múltiple, dado que la variedad es la arbitrariedad y la arbitrariedad es el rechazo de cualquier Segundidad, tiene como componente principal la concepción de Primero. En psicología la Sensación es Primero, el Sentido de reacción es Segundo y la concepción General es Tercero, o mediación. En biología la idea de variación arbitraria es Primero, la herencia es Segundo y el proceso mediante el que llegan a fijarse los caracteres accidentales es Tercero. El Azar es Primero, la Ley es Segundo y la tendencia a tomar hábitos es Tercero. La Mente es Primero, la Materia es Segundo, la Evolución es Tercero."
(Peirce, Charles Sanders. "La arquitectura de las teorías" en Obra filosófica reunida Tomo I (1867-1893), Ed. Fondo de Cultura Económica, 1° edición 2012, Pág. 342
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