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Mostrando entradas de 2011

Casullo: Peronismo, militancia y crítica

Peronismo: reflexiones al pie de la crisis (1986) III "En la crisis no hay nada más pernicioso y reiterado que la política como ceremonia. La prueba de que “representamos al pueblo, es que somos los herederos de Perón”. La prueba de que “significamos la revolución es que somos el movimiento histórico”. Las palabras se comen a sí mismas. La política peronista se vuelve un acontecimiento antropófago de la realidad social y cultural: la hace desaparecer, se la deglute. Pero al menos es un bálsamo: ahí, en la mortuoria fascinación del discurso, seguimos siendo lo que fuimos aunque la sociedad se empeñe en desdecirlo. Pero no importa, porque la realidad ya no nutre. Más bien maltrata, indispone, idiotiza. Dogmatiza a medida que se distancia. Y entre nosotros, como en las clásicas sectas marxistas, nadie rompe la complicidad. La política militante es el refugio, los argumentos consoladores. La convocatoria a los espíritus. La lenta marcha colectiva hacia la irrepresentativ

Memoria

Historia nunca inicias nunca terminas conmigo. Tu repetición de melodías acalladas. En la hoja viva que cayó al cemento que arde. La repetición incesante del ahora. El laberinto de la administración del Yo. La incompleta posesión del espejo del narrador. El Vivir-Juntos. Dolor al filo de silencios repetidos, de autores sin nombres. Ella existe y vive. Desnudo juego de héroes y castigos. Del abrazo sin olvido. Una vez más se acerca, susurra. Me protege En mis palabras.

La política y el habitus de clase

"La inclinación populista a prestar a las clases populares una "política" (como, en otra parte, una "estética") espontáneamente y como naturalmente dotada de las propiedades incluidas en la definición dominante de la política, ignora que el dominio práctico que se expresa en elecciones cotidianas (susceptibles o no de ser constituidas como políticas por referencia a la definición dominante de la política), encuentra sus fundamentos no en los principios explícitos de una conciencia continuamente vigilante y universalmente competente, sino en los esquemas de pensamiento y de acción implícitos del habitus de clase." Bourdieu, Pierre (1972) "Los doxósofos" en Intelectuales, política y poder , Buenos Aires, Eudeba, 1999. Pág. 137.

Hegemonía según Angenot

"La hegemonía es, más bien, el conjunto de los "repertorios" y reglas y la topología de los "estatus" que confieren a esas entidades discursivas posiciones de influencia y prestigio, y les procuran estilos, formas, microrrelatos y argumentos que contribuyen a su aceptabilidad." (Angenot, Marc. El discurso social. 1° Ed. Buenos Aires. Siglo XXI. Ed. Argentina, 2010).

El lenguaje según Sábato

LENGUAJE. "El lenguaje comienza siendo un simple gruñido para designar todas las cosas; luego se va diversificando y especializando; este proceso se llama enriquecimiento y es alentado por los padres y profesores de lenguas. Pero cuando se llega a tener cien o doscientas mil palabras, se encuentra que el ideal consiste en expresarse con diez o veinte. El lenguaje del filósofo es muy reducido: objeto, sujeto, materia, causa, espacio, tiempo, fin y alguna otra más. Si lo apuran mucho se arregla con una sola palabra, como apeirón o sustancia. Es probable que el ideal de muchos filósofos sea terminar finalmente en el gruñido único y monista." (Ernesto Sábato)

Adiós Sábato.

"No hay tal abismo entre la realidad y la ficción. Hoy es tan real —o tan ficticio— Cervantes como Don Quijote. Al fin de cuentas, nosotros no hemos conocido a ninguno de los dos y no nos consta su existencia o inexistencia efectiva, de carne y hueso; de ambos tenemos una noticia literaria, llena de creencias y suposiciones. En rigor, Don Quijote es menos ficticio, porque su historia está relatada en un libro, en forma coherente, lo que no sucede con la historia de Cervantes." (E. Sábato en "Uno y el Universo")

Resistirá

Por Umberto Eco Tenemos tres tipos de memoria. La primera es orgánica: es la memoria de carne y sangre que administra nuestro cerebro. La segunda es mineral, y la humanidad la conoció bajo dos formas: hace miles de años era la memoria encarnada en las tabletas de arcilla y los obeliscos –algo muy habitual en Egipto–, en los que se tallaban toda clase de escritos; sin embargo, este segundo tipo corresponde también a la memoria electrónica de las computadoras de hoy, que están hechas de silicio. Y hemos conocido otro tipo de memoria, la memoria vegetal, representada por los primeros papiros –también muy habituales en Egipto– y, después, por los libros, que se hacen con papel. Permítanme soslayar el hecho de que, en cierto momento, el pergamino de los primeros códices fuera de origen orgánico, y que el primer papel estuviera hecho de tela y no de celulosa. Para simplificar, permítanme designar al libro como memoria vegetal. En el pasado, éste fue un lugar dedicado a la conservación de los